Soy de los que fui a ver Frequency en el cine, y la disfrute enormemente. No las tengo todas conmigo respecto a la próxima serie, dado que no creo que el concepto pueda mantenerse mucho tiempo sin volverse repetitivo o estirarse en exceso, pero mientras sale la serie y lo averiguamos he tenido la oportunidad de ver una película coreana que juega en el mismo terreno: Time Renegades
En los primeros minutos del año 1983, un profesor es apuñalado por un tironero mientras intenta recuperar el bolso de su prometida en lo que supongo es el equivalente de Seul a nuestra madrileña Puerta del Sol. A la misma hora y mismo día pero en 2015, un policía novato recibe un disparo durante un operativo en el mismo lugar. Ambos sufren un paro cardiaco y a partir de ese momento, ven en sueños la vida del otro. En un primer momento, no están seguros de que lo que están viendo no sean más que eso, sueños, pero cuando el policía encuentra en su presente una mujer exactamente igual que la prometida del profesor y empieza a escarbar descubre que aquella fue asesinada en octubre de 1983, en el primero de una serie de asesinatos. A través de sus sueños, profesor y policía se dan pistas mutuamente para detener al asesino y evitar que ambas mujeres mueran a sus manos.
Es inevitable referirse a Frequency cuando hablamos de Time Renegades (odio el título, por cierto, y solo puedo suponer que suena mejor en coreano) por las obvias similitudes, pero también es cierto que lleva la premisa por derroteros muy diferentes. Sus creadores lo han definido como un «thriller romantico», y no puedo estar más de acuerdo con la descripción ya que carga las tintas en la parte del romance de ambas parejas, con la acción y la investigación apoyando a aquella, y no al revés como es habitual, al menos en el cine occidental al que estoy acostumbrado yo. También es interesante la forma en que muestra lo mucho que han cambiado las cosas en 30 años, como en la divertida escena en que el profesor intenta explicar a sus alumnos lo que es un smartphone.
Merece también señalarse el uso del color y la iluminación para distinguir ambos periodos. Las escenas de 1983 resultan cálidas, mientras que en 2015 han optado por un filtro azul, frío, reflejando el mundo donde viven estos personajes: un profesor de escuela felizmente comprometido,, sin mas preocupacion que enderezar a sus alumnos, y un solitario detective de policía. La ironía es que según se desenvuelve la trama y cambian las tornas el color permanece, pasando de un recurso que acentúa la situación de estos personajes a un contraste con ella. Este uso del color es especialmente aparente en una secuencia, estéticamente muy conseguida, en que ambos periodos se “mezclan” y el color va moviéndose por el plano según lo hacen los personajes.
Como en todas las películas que juegan con el concepto del tiempo, las paradojas están presentes, y hay que hacer un esfuerzo consciente para conceder a la película que aquellos que saben lo que está pasando sean conscientes de los cambios en lugar de recordar únicamente la “nueva” realidad. No es una película perfecta, y mi incapacidad para retener nombres coreanos me ha complicado las cosas un par de veces, pero si es increíblemente entretenida. Aquí os dejo el trailer (subtitulado en inglés).
La Fortaleza de la Frikidad 